En la primera parte de esta sección estuvimos considerando la definición de salud y enfermedad, así como el punto de vista de la causa de estas según la Medicina Natural, la Homotoxicología y el Higienismo.
Ahora vamos a centrarnos en los dos diferentes tipos de tratamientos, que con filosofías distintas, procuran eliminar las enfermedades.
En el esquema superior analizaremos el modo de tratamiento de las enfermedades con medicina clínica o alopática basada en todo un arsenal de medicamentos químicos.
Lo vamos a estudiar desde el punto de vista del higienismo y la homotoxicología. El gráfico es una mezcla de estos dos puntos de vista y verán que se complementan perfectamente.
A este gráfico le hemos añadido:
1º - una línea roja horizontal que atraviesa los rectángulos, que representa el corte biológico; es decir, el paso de las enfermedades desde una fase humoral a una fase celular. Verán que aunque coincide con el umbral de tolerancia en dos rectángulos no tiene nada que ver, o no está relacionado necesariamente una cosa con la otra.
2º - Bajo la línea roja la expresión “fases humorales”
3º - Encima de la línea roja la expresión “fases celulares”
Esto quiere decir que, desde el punto de la homotoxicología con el Dr. Hans-Heinrich Reckeweg a la cabeza, las enfermedades pueden estar en dos fases de desarrollo: humoral o celular.
Las humorales son aquellas en las que las homotoxinas están circulando por los humores del organismo sin llegar a dañar a las células o tejidos orgánicos, y cuando el organismo no tiene la capacidad de eliminarlas de forma natural producen enfermedades “agudas” como un esfuerzo para depurarse. Ejemplos de estas enfermedades son “faringitis” “rinitis” “gastritis”, y todas las muchas más que terminan en “itis” por lo general. Todas estas enfermedades son de pronóstico favorable.
Dentro de estas fases humorales está la fase de deposición; es decir, si no se pueden eliminar las toxinas, el cuerpo las deposita en alguna zona. Ejemplos de estas son “quistes”, “hemorroides”, “miomas del útero”, “colesterol”, etc.
Todo esto es una explicación muy resumida ya que hay que tener en cuenta el tejido embrionario en el que se produce esta reacción o deposición.
Pues bien, según la homotoxicología, si no sabemos tratar bien las enfermedades en fases humorales lo que vamos a conseguir es transformarlas a una fase celular. A este paso de fase humoral a celular es lo que llamamos “corte biológico” y esto ocurre debido a vicariaciones progresivas. En esta fase tenemos todas las enfermedades llamadas crónicas y degenerativas, en las que por su puesto hay grados de gravedad. Estas enfermedades ya son de pronóstico dudoso.
El higienismo enseña exactamente lo mismo que la homotoxicología, solo que no de forma tan “científica”; es más simple o sencillo de comprender para un neófito pero con la misma profundidad o contundencia en sus conclusiones.
Y aunque a la homotoxicología no le gusta que le llamen “medicina alternativa” sino una “alternativa a la medicina”, ya que sus planteamientos son totalmente científicos; sin embargo, la filosofía que hay detrás de sus enseñanzas es exactamente lo mismo que por siglos ha enseñado la Medicina Natural. Podríamos decir que la Homotoxicología le ha dado un carácter más científico a la Medicina Natural pero no ha querido que la metan en el mismo saco que a tantas disciplinas naturales, porque rebajaría la categoría científica de sus conclusiones.
Recuerden que principalmente los medicamentos homotoxicológicos son los llamados “homeopatía de 2ª generación”; es decir lo mismo que ha usado la homeopatía tradicional (más muchos nuevos añadidos) solo que en diluciones decimales y con diferentes grados de diluciones mezcladas dentro de algunos de sus medicamentos. Como verán la Homotoxicología merece todo un curso a parte por su filosofía y tratamientos y no es este ni el lugar ni el momento apropiado para tratar un tema tan profundo.
Dicho esto pasemos a explicar el gráfico.
En el primer rectángulo nos encontramos con una enfermedad aguda (fase de reacción) porque las toxinas han superado el umbral de tolerancia (“termostato”). ¿Qué ocurre si tratamos esa enfermedad con medicamentos químicos alopáticos? Estos esconderán los síntomas y eliminan la reacción orgánica. ¿Por qué se eliminan los síntomas y la gente tiene la sensación de que ese medicamento la ha curado? Porque lo que el organismo ha hecho ha sido adaptarse a la inhibición de su reacción subiendo el umbral de tolerancia toxémica. En otras palabras usted se cree curado, pero no es así, la causa de la enfermedad (toxinas, homotoxinas) siguen con usted.
Si observa en el gráfico en el tercer rectángulo las toxinas siguen subiendo, ya que no cambiamos nuestros hábitos de vida. Debido a esto volveremos a tener los mismos síntomas anteriores o incluso peores. Antes tal vez teníamos un eccema en la piel y ahora nos aparece asma. La enfermedad se ha agravado pasando de una fase de reacción (humoral) a una fase de impregnación (celular) y cambiando de tejido embrionario. Hemos atravesado el corte biológico. La situación se está haciendo crónica.
Y no es que sea yo quien lo afirma; la doctora María M. Bleker preocupada por este asunto en su libro “El amigo anónimo o ¿el enemigo desconocido?” afirma: “nuestra terapéutica actual origina muchos enfermos crónicos. El llegar con dignidad a una edad avanzada será cada vez más difícil.” Además da el siguiente dato: “en el año 1870…por cada 2.500 alemanes se anotaba un caso de cáncer; en el año 1955 ya se anotaba un caso de cáncer por cada cinco o seis alemanes. Hoy en día diagnosticamos un caso canceroso o precancerosos por cada dos o tres alemanes. Sin duda alguna la medicina está fracasando”.
Pues bien, a este paso de fase a fase, cada vez más grave, es lo que Hans-Heinrich Reckeweg llamó vicariación progresiva.
Según vemos en el gráfico la situación se va manteniendo en el tiempo con la consiguiente acumulación de homotoxinas hasta que llegamos a un punto irreversible o de enfermedad degenerativa. Vivimos intoxicándonos y morimos envenenados.
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