El antibiograma… ¿qué tan bueno es esperar por él?
Una de las herramientas más valiosas en el diagnóstico microbiológico es sin duda alguna, el antibiograma. ¿Qué tan seguido los Médicos Veterinarios solicitan un antibiograma al Laboratorio Clínico Veterinario?
Bueno, para empezar, habría que ser cuidadosos en la pregunta, pues es muy probable que aquellos Veterinarios que recurren al Laboratorio como apoyo al diagnóstico estén familiarizados con esta prueba, pero también debemos pensar que hay muchos Veterinarios que aplican antibióticos a sus pacientes y nunca recurren a esta prueba.
Se habla mucho sobre el abuso de los antibióticos, pero nunca es suficiente ni demasiado. Cierto es que muchas de las cepas resistentes, tanto de calle como hospitalarias se deben al uso indiscriminado de los antibióticos. Sir Alexander Flemming podría estar maravillado si pudiera conocer el grado de desarrollo que han tenido los antibióticos… o quizás (y creo que sería lo más probable) horrorizado de ver el daño que hemos hecho con su descubrimiento. Quizás se diría, evocando aquella frase novelera: “Dios mío, he creado un monstruo”.
Cada vez recurrimos a nuevos antibióticos… ¿realmente son necesarios? Quizá solo algunos, pero la mayoría de los nuevos antibióticos están siendo desarrollados como herramienta de mercadeo, más que como necesidad. Los clínicos, de área humana y veterinaria caen fácilmente en el engaño de usar el antibiótico de última generación, sólo porque “es más poderoso”, como hacen creer muchos fabricantes. Este boom desmedido ha alcanzado incluso al Laboratorio, pues se pueden conseguir los discos o botones de antibiograma con los últimos y más sofisticados antibióticos. Es un círculo perfecto de un negocio de miles de millones de dólares, donde Latinoamérica cuenta con características muy particulares de comercialización por las pocas regulaciones en el uso de los antibióticos, pero aún así los países altamente desarrollados tienen problemas con el uso racional de los mismos.
Para algunos Veterinarios, es frustrante solicitar un antibiograma porque:
a) Cuando se recibe el resultado aparecen una lista de sensibilidades y resistencias a una serie de antibióticos que no existen en su área
b) Son imprácticos por su costo
c) No se consiguen en las concentraciones o presentaciones adecuadas para tratar un paciente animal que por sus características no es posible dosificar como a un humano
d) El antibiótico marcado como ideal en el antibiograma no existe en el mercado local… y a veces hasta nacional.
Algunas empresas fabricantes de los discos han creado sistemas personalizados de antibiogramas, pero aún así podemos caer en el problema de las cuestiones económicas y la rentabilidad: kits de discos que se rezagan y quedan en riesgo de caducar.
Se trata de un problema que nos atañe a todos: Laboratoristas, Veterinarios y Médicos. No es solo un problema institucional o tema de programa de televisión o revista de divulgación científica. Es un asunto que puede ser influido cuando desde el más sencillo consultorio o farmacia se recetan o aplican antibióticos sin ninguna base sólida que justifique su uso.
Pregunto a los Laboratoristas, Químicos Clínicos, Bioquímicos, Farmacobiólogos, todos los profesionales de la salud y el Laboratorio: ¿estamos haciendo algo por ello? ¿Qué podemos hacer al respecto?
Hasta el próximo mes
Juan Bernardo Rosales Raya
MVZ Esp. LCV
sábado, septiembre 01, 2007
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