lunes, febrero 04, 2008

Inmunología Contra Babesia y Tripanosoma

Inmunología contra Babesia y Tripanosomas


En la babesiosis, la penetración del esporozoíto al glóbulo rojo puede provocar la activación del Complemento por la vía alterna. Los eritrocitos parasitados manifiestan los antígenos del parásito en su membrana, por lo que pueden ser opsonizados y fagocitados por monocitos, o bien, ser destruidos mediante una reacción de citotoxicidad celular (linfocitos Th1) dependiente de anticuerpos al manifestar sobre sus membranas los antígenos del protozoario y los antígenos opsonizantes de membrana eritrocitarios (antígenos de babesia sobre la superpie del eritrocito).

Los anticuerpos generados por la infestación de Babesia son de tipo IgM e IgG. La inmunidad pasiva es posible por medio del calostro a los becerros lactantes. El anticuerpo calostral es de tipo IgG.

Los Tripanosomas son organismos protozoarios con formas muy complicadas de evasión inmunitaria, las cuales incluyen mecanismos como la supresión de formación de radicales tóxicos y citocinas dañinos a ellos, pero el mecanismo más interesante de este protozoario es, a mi juicio, la modificación antigénica. Una manera de lograr esto es cubrirse con antígenos propios del hospedador, de tal manera que se vuelven tolerables. Los tripanosomas de este tipo, por consiguiente, no son patógenos, aunque T. brucei, que sí es patógeno se cubre de proteínas plasmáticas y de superficie de eritrocitos del hospedador, por lo que no es detectado.

La forma más elaborada de escapar de la acción de la respuesta inmune es la que emplean tripanosomas como T. congolense, T. brucei y T. vivax. Estos protozoarios emplean la modificación antigénica repetida, mecanismo muy preciso, aparentemente cíclico y quizá hasta predecible, según algunos autores. La variación antigénica permite al parásito expresar determinadas proteínas antigénicas de superficie y exponerlas al alcance del sistema inmune, pero cierto tiempo después (más o menos cada 2 semanas para T. congolense y semanal para T. brucei), se presenta un cambio drástico de antigenicidad, lo cual asegura su permanencia como especie en el hospedador.

Se han descubierto y tipificado unos 1000 genes que codifican para cada proteína antigénica de superficie, y se sabe que usualmente solo se expresa uno a la vez, lo cual da una gran variedad de formas antigénicas.

La variación antigénica se supone que es un acto de respuesta a la acción de las inmunoglobulinas sobre el protozoario, pero en estudios experimentales in vitro se a podido demostrar que los tripanosomas hacen el cambio de variantes antigénicas de manera periódica.

Este mecanismo de variación antigénica se ha estudiado y demostrado en otros protozoarios, como Giardia lamblia, plasmodios y la propia Babesia.

Juan Bernardo Rosales Raya
MVZ, Esp. LCV
Universidad Veracruzana, Mexico
UDCA, Bogotá, Colombia

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