Análisis Clínicos Veterinarios... ¿vale la pena hacerlos?

¿Vale la pena realizar análisis clínicos para Medicina Veterinaria?

Puede parecer una pregunta obvia… o tal vez no. En esta sección he venido comentando algunos aspectos de los análisis clínicos en Veterinaria, pero quizá muchos Laboratoristas se pregunten si de veras sea rentable este tipo de área. Después de todo, ¿cuántos laboratorios conocemos que realicen pruebas para Veterinaria? ¿Cuántos Veterinarios las piden? ¿Qué es lo que piden?

Definitivamente es un mercado amplio, pero en crecimiento incipiente… en algunos lugares. En nuestra sociedad, el papel del Médico Veterinario es visto como un oficio, no como una profesión, y eso es un asunto muy penoso, del que muchos Veterinarios somos culpables.

Pero existen tendencias en la actualización Veterinaria que nos dirigen hacia el campo de las pruebas clínicas laboratoriales. Si los Veterinarios queremos mantenernos al día, ser competitivos y mantener un estándar mínimo de calidad y profesionalismo, debemos recurrir a las herramientas de auxilio diagnóstico que el Laboratorio Clínico nos puede ofrecer.

Deben quedar atrás las épocas en las que el diagnóstico era por puro “ojo clínico” basado en cosas como el olor de las heces, el color de las legañas (no lagañas), el sabor de los orines, la posición de las estrellas y cosas por el estilo. Parece tema de risa, pero la verdad es que aún hoy en día muchos se aferran a elaborar diagnósticos como “fiebre”, “tristeza”, “perrito en celo”, “síndrome del potrillo triste” y cosas por el estilo. Tratamientos descabellados como aplicar diuréticos a un paciente con obstrucción de vías urinarias, aplicación de oxitócicos a una paciente con distocia por obstrucción, o hasta inyectar a una vaca su propia sangre o leche por vía intramuscular para tratar algunas enfermedades de origen supuestamente desconocido.

Muchos Médicos soñamos con el ideal diagnóstico: el diagnóstico etiológico o la demostración de la causa del problema. En muchos casos esto no es posible, pero debemos entender que existen muchos tipos de diagnóstico y para aspectos clínicos muchos son válidos. Entendamos que los análisis de laboratorio no nos darán el diagnóstico definitivo: nos ayudarán a integrarlo. Esto último es difícil de asimilar para muchos Médicos, sean o no Veterinarios.

En el área Veterinaria, los cursos de actualización (que no son pocos), y los programas de estudio de las Facultades y Escuelas de Veterinaria cada vez dan más importancia a la patología clínica y el Laboratorio. Aunque el área de pequeñas especies (perros y gatos) es quizá el área que más se actualiza y donde se solicitan más tipos de pruebas laboratoriales, también en caballos, y en menor grado en rumiantes (vacas, ovejas, cabras, chivos) y cerdos se han empezado a solicitar pruebas de Laboratorio.

Cada vez más los Médicos Veterinarios necesitamos del Laboratorio Clínico. No todos nos mantenemos actualizados, pero el Laboratorio que atienda a los pocos que lo intentamos, tendrá una muy buena y nada despreciable carga de trabajo.